Cómo te sientes físicamente sin duda puede influir en cómo te sientes mentalmente y vice-versa. Un primer ejemplo de esa conexión es la diabetes y la depresión. La investigación actual sugiere que las personas con cualquier condición de salud tienen un mayor riesgo de desarrollar la otra. Por sí mismos, la diabetes y la depresión puede ser difícil de tratar. Juntos, pueden afectar seriamente su salud en general.
Un enigma de la enfermedad crónica
Numerosos estudios han explorado la relación entre la diabetes y la depresión. Pero los científicos aún no están seguros si la diabetes causa la depresión o si la depresión causa diabetes. La última investigación sugiere que la influencia puede ir en ambos sentidos, a pesar de que parece menos probable que la depresión conduzca a la diabetes.
Una revisión reciente de 16 estudios con cerca de 500.000 participantes encontró que las personas con diabetes tipo 2 son más propensas a tener depresión que aquellos sin la enfermedad. Las investigaciones anteriores reportó un riesgo 24 por ciento mayor para la depresión en las personas con diabetes tipo 2. Los menores de 45 años pueden estar en un riesgo particular para la depresión o la diabetes tipo 2 si ya tienen otra condición.Posibilidades para la conexión
La tarea constante de la gestión de la diabetes puede ser estresante. Las personas con diabetes necesitan tomar insulina u otros medicamentos para controlar el azúcar en sangre y controlar mucho lo que comen. Pueden sentirse aislados y solos en el tratamiento de una condición crónica. Estas razones pueden ayudar a explicar por qué las personas con diabetes son más propensas a la depresión.
Por otro lado, los que están deprimidos pueden inclinarse hacia un estilo de vida que aumentan el riesgo de diabetes. Por ejemplo, estar deprimido puede hacer que una persona coma más. Sentirse cansado puede frenar la actividad física. Estos síntomas de depresión pueden llevar al aumento de peso, el sobrepeso o la obesidad es un factor de riesgo para la diabetes.
No importa cual condición es primero, la gestión de los dos juntos puede ser particularmente difícil.Pueden empeorar los síntomas de ambas enfermedades y dificultar el tratamiento. Por ejemplo, una persona con diabetes que se convierte en depresiva puede ser menos propensos a comer correctamente, afectando lo bien que controla los niveles de azúcar en la sangre.
El tratamiento adecuado para ambos puede hacer la diferencia, sin embargo. Un estudio reciente en la revista Annals of Family Medicine encontró que con el tratamiento de la diabetes y la depresión al mismo tiempo a los pacientes les fue mejor. De hecho, los participantes del estudio que recibieron dicha atención integrada tuvieron mejor control del azúcar en la sangre y menos síntomas de depresión.
Siempre hable con su médico para obtener más información.
Reconociendo la depresión
El primer paso en el tratamiento de la depresión es reconocerlo. Utilice la siguiente lista de verificación para determinar si usted puede estar sufriendo de depresión. Si los síntomas le suenan familiares, hable con su médico.
- ¿Usted sufre de sentimientos de tristeza, desesperanza o pesimismo por lo menos una vez al día?
- ¿Tiene problemas para dormir, para conciliar el sueño por la noche, mantener el sueño, o duerme demasiado?
- ¿Con frecuencia se siente cansado o sin energía?
- ¿Ha dejado de reunirse con su familia o amigos?
- ¿Está comiendo mucho menos de lo habitual, o mucho más?
- ¿Tiene problemas para concentrarse en tareas de rutina?
- ¿Siente un sentimiento de culpa o inutilidad inapropiado?
- ¿Tiene pensamientos recurrentes de muerte o suicidio?
Siempre hable con su médico para obtener más información.
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